-La luciérnaga regreso,
continuo prendiéndose de noche y cuando quisiera de día.-
Había
un pantano, un espeso y grande pantano en el cual el silencio y la neblina
predominaban, dándole un aspecto fúnebre. Era en las noches y solo en las
noches donde las luciérnagas salían, volaban por la neblina dejando un haz de
luz atrás, bebiendo agua, volando y haciendo su vida de insecto. Mientras
volaban estas encendían una luminiscencia la cual hace mucho habían aprendido a
utilizar –verán en la noche como en el día, pero esto tendrá un gran costo: su
vida-. Las luciérnagas accedieron a poder brillar un corto tiempo y morir en
boca de otros animales, fue así como coexistieron con muchas otras especies
hasta que una no se pudo apagar por el día, todos asustados comenzaron a ver
como cambiaba su humor, su platica, sus virtudes, -todo cambia- menciono, esta
luciérnaga podría vivir más tiempo porque lograba percibir todo con más
claridad y un día exploto. Sus restos no fueron encontrados, pero para todo mundo exploto claramente. Esta
luciérnaga transmigro a todas sus vidas pasadas para encontrar la vida y la
muerte en cada una de ellas. Fue así que comprendió que tenia que regresar a
ser lo que había sido destinada a ser, una luciérnaga; regreso.
La
luciérnaga regreso al cielo, era la única estrella en el cielo y se movía para
llamar la atención de los demás seres y cuando se calmo, les dijo -yo fui el
primero.- Los demás seres comenzaron a iluminarse poco a poco, a lo largo de
miles de años, hasta llegar a ser una estrella en el cielo que guie a los que
aun no transmigran por los diferentes caminos de la vida.
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