Turqouise marilyn

Turqouise marilyn

martes, 23 de abril de 2013

El Rey y la Roca





-al principio existían otros antes que nosotros, luego los adoramos. Hoy somos, mañana existirán otros después que nosotros-

¡Después de miles de años por fin despertó! Aquella roca abrió sus pesados ojos, se desprendió del suelo y observo, le hacia falta acostumbrarse a la sensación del movimiento, de mover tu energía física a libertad mental. Pero la roca podía observar y de su largo descanso decidió despertar porque se sentía lista; así fue la llegada al mundo de la primera roca que se despierta.

Camino bastante sin cansarse y solo cuando comenzaba a sentirse vivo este se topo con dos hombres que habían sido asaltados, -¿qué es lo que sucede?- pregunto la roca, ambos hombres se veían petrificados, no sabían que decir y/o hacer, la roca esperaba su respuesta con una cara de felicidad, ellos contestaron –¡nos han asaltado!- la piedra parecía no entender de lo que hablaban, sin embargo les dijo –de donde vengo, comprendí que no necesito comer-.

La piedra entro al pueblo siguiendo a aquellos dos hombres que ahora parecían adularlo ya que era grande, fuerte, con una cara muy dura, una piel única y el conocimiento del no movimiento. Un día cuando todos en el pueblo se levantaron, sintieron una calma inimaginable; al salir de sus casas justo antes de que saliese el sol, lo pudieron vislumbrar, ahí estaba solo sentado con las piernas cruzadas y sin moverse con los primeros rayos de sol, la paz reinaba en ese pueblo ya que esta piedra les enseñaba.

No tardo mucho tiempo para que el primer hombre se aventurase a imitar a la piedra, se sentó 12 horas y regreso; cuando le preguntaron que había sentido contesto –no sé, lo único que puedo decir es que quiero saber que es- y así comenzaron algunos hombres a meditar, uno tras otro siguiendo el ejemplo del prójimo hasta que todos meditaban alrededor de la piedra, el pueblo vivía en tranquilidad. Fue hasta entonces que el más viejo de los hombres (el cual había sido el ultimo en empezar a meditar, se desespero y empezó a gritar. Los celos habían entrado a el, él apenas podía meditar diez minutos y se desesperaba mientras que veía al primer discípulo que podía meditar días completos sin moverse, -¡esto es una farsa!- grito desesperado, las personas alrededor se perturbaron pero mantuvieron la postura, -¡¿que no ven que así nunca llegaran a nada!?- las personas comenzaban a salir del estado meditativo y comenzaban a escucharlo, después de todo el era uno de los suyos. –¡oidme bien, el adorar a dioses es irreal, no sirve para nada!- las personas comenzaron a contagiarse hasta que decidieron destruir a la piedra; pico y pala fue lo necesario para desgarrarlo lentamente sin que se inmutase, luego utilizaron los restos para construir sus primeros casas.

Aquel líder se convirtió en rey, al cual todos adulaban y el mismo lo hacia –soy un dios-. La gente comenzó a tratarlo como un ser divino, pero como tal este debía cumplir como lo que sus adoradores pedían. Harto de no poder satisfacer a su pueblo comenzó a meditar en un estado de desesperación y no fue mucho lo que paso para que recordase aquellas sesiones de meditaciones que tuvo. El rey no salió de su habitación por meses, sin comer, beber o moverse, estuvo ahí meditando hasta que salió al patio principal  y sin moverse todos comenzaron a acercarse pues la energía que irradiaba era de color azul y se podía ver por todo el pueblo. Poco a poco el patio se fue llenando, y el esperaba con los ojos cerrados a que la gente estuviera lista, y solo así comenzó a pronunciar unas palabras –de donde vengo, comprendí que no necesito comer-, enrollo sus piernas y se sentó.

El tiempo transcurría y ni un solo cabello se movía, las estaciones pasaron y nada le pasaba, el agua lo lavo, el sol lo seco, el aire lo enfrió, la nieve lo congelo y la tierra lo cubrió. Lentamente este comenzó a acumular capa tras capa de sedimentos, hasta que los hombres le construyeron templos y hacían fiestas a su alrededor, hasta que poco a poco las personas comenzaron a morir , fueron los niños los que mantuvieron esta tradición viva pero ya sin sentido, hasta que lentamente comenzaron a dejarlo de hacer porque no tenían sentido. Las personas obtaron por una vida normal, se preocupaban y ocupaban  de lo que sucedía en alrededor de ellos.

Pasaron miles de años cuando este hombre había cumplido su promesa. Se había levantado después de haber sido la primera persona que se convierta en una piedra – los hombres no sabían quien era- sin embargo este comenzó a explicarles la verdad pero nadie escucho.



A ti, sí a ti.
Gracias.




El principito Nájera.

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