Turqouise marilyn

Turqouise marilyn

miércoles, 29 de octubre de 2008

El Baile....

Mi madre empieza a cansarse de decirme que hacer, de decirme que consiga amigos y a decir vedad nunca le hice caso, ningún amigo me agrada y recientemente mi madre me presiona, para despistarla le dije que saldría con ellos a tomar un helado tal vez a caminar pero en realidad solo voy al zoológico, ahí puedo observar a los animales que observan a personas en jaulas , y cuando me detuve un voz muy peculiar me llamo, platicamos por horas y nos divertimos mucho ¡como nunca! Yo le prometí encontrarme con ella ahí al siguiente día, le dije a mi madre sin remordimientos que saldría con mis amigos, fui al zoológico y ahí me lo encontré en el mismo lugar, salte las rejas y nos pusimos a platicar, platicábamos de nuestras jóvenes vidas y sueños, la hiena me platico su historia familiar y después de un rato me tenia que retirar, me pregunto –¿porqué te vas? ¿acaso vas a regresar?- yo le conteste que mi madre me obligaría a ir a mi fiesta de graduación, ponerme un vestido y estar parado toda la noche, la hiena propuso un intercambio de lugar, -total nos parecemos-. A mi me pareció una idea fenomenal, la tome y ambas fuimos a mi casa, ahí buscábamos que ponerle, mi vestido le entro muy bien, ahora buscábamos unos guantes para ocultar sus peludas manos, pero había algo que no me complacía y eso era su cara, no nos parecíamos ¡todos se darían cuenta! Pero luego a la hiena se le dijo, ¿Por qué no llamas a una de tus criadas y la atacamos?, yo inmediatamente le llame a una de ellas, cuando abrió la puerta la llena se abalanzo ante ella y yo la agarre, sin darle tiempo de gritar le retiramos la cara, en eso escuchamos unos pasos que subían las escaleras, yo sabia que era mi madre. Cuando mi madre abrió la puerta la hiena apenas si pudo esconderse bajo la cama, mi madre dijo que mi cuarto apestaba a perro y yo solo pude abrir las ventanas, ella se fue y yo termine de arreglar a la hiena, una cara nueva, un vestido bello, sombrero que cubría un poco la cara, guantes y zapatos nuevos, le dije que se cuidara de las demás personas y que no estuviera mucho tiempo con mi mama, cuando bajo las escaleras mi madre la elogio pensando que era yo y también le dijo que olía un tanto raro, pero a la hiena no le importo, y así partió para el baile , mientras tanto yo me quede, me quede a ser feliz sin las multitudes adolescentes y pude hacer lo que mas me gusta, leer, leí hasta cansarme, leí
de todo y la hiena no regresaba. La hiena estaba con unas niñas, platicaba y se portaba de brillante manera, bailaba con todo muchacho y bebía, bebía demasiado. Para el final de la noche la hiena se sentía muy cómoda, tan cómoda que decidió comerse a la persona que le había acompañado toda la noche, tras las gradas de las canchas esta se lo comió y otra pareja se dio cuenta, comenzaron a gritar y la hiena solo pudo correr, corrió hasta la casa, mi casa, toco y subió a mi cuarto, yo salí del baño y me sorprendió, me ataco hasta quitarme la cara, yo llorando baje. Una multitud rodeaba mi casa y todos ellos me agarraron, gritaban -¡es una hiena!- y yo no lo pude negar, no la quise traicionar.
Me encontraba en el zoológico en la jaula de las hienas, cuando una triste niñita se acerco para observarme, -ven ¿Por qué tan sola? ¿Quieres platicar?- la niñita me platico su triste vida y yo solo pude escuchar, ¿no quieres ir a mi casa? Mi mama quiere conocer a mis amigas- Yo solo me reí, me reí tanto, me reía como una hiena, ella salto la reja y me cargo.

viernes, 17 de octubre de 2008

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Todos los días camino, camino sin cesar
todos los días admiro, y veo la belleza pasar
en cualquier parte busco una luz de grandeza
una luz negra que me quite mi tristeza
Soy de los hombres que observa
observo la gente pasar en mi vida
pero nadie me anima, ni siquiera la gente que todos amamos
busco unos labios que me coman
encuentro una nariz preciosa y una mirada que destroza
busco en todas las caras por mas que no me agraden
solo busco una mirada que me ame
Camino todos los días solo, sin nadie que me agarre
encuentro una mirada en un espejo
unos grandes ojos sin reflejo
busco el amor entre mis versos
mas lo encuentro entre mis brazos
la gente piensa que camino
no camino, mas observo
y a pesar de todo voy en retroceso.

domingo, 12 de octubre de 2008

Cazador de Ideas

Soy una persona que siempre esta en búsqueda de mi presa
me pongo mis botas, mi abrigo y salgo en la búsqueda
camino horas entre la selva muy densa
la veo y la persigo pero solo la silueta se queda.

Siempre ando en búsqueda de un rastro
pero no cargo un arma
te busco a ti en el ocaso
y ni siquiera encuentro tu alma.

Corro en la banqueta por ratos
me detengo a pensar un poco
y me pongo a cazar
no mato insectos ni gatos
Ni siquiera un pobre animal.

Me siento en un parque a pensar

cazando ideas que quiero apuntar
las tomo por los pies, en mi mente las he de guardar
por mas que intente son ideas que pronto he de olvidar.

Poesías se forman a cada rato en mi mente

yo solo atrapo las palabras que flotan libremente
tu eres los brazos de mi mente
que se extienden y las abrazan fuertemente.

Cazador de ideas
inútil en la sociedad
aunque no lo creas
siempre estoy en soledad.

viernes, 10 de octubre de 2008

Le Mat Revolver

La gente se apresuraba para ver la novedad del pueblo, habían sido varios años atrás cuando una novedad así les había cambiado su manera de vivir. Años atrás cuando los padres eran hijos y los abuelos padres, un forastero les había traído la rueda, la cual dejo estupefacto a todo hombre en el pueblo, los años pasaron y ningún otro forastero se atrevió a llegar hasta el pueblo, tal vez porque en los mapas no se encontraba, ni había un camino para llegar a este, la gente evoluciono. En sus carretas podían transportar mas cosas y después de todo pudieron inventar mas cosas relacionadas con la rueda. Todo había mejorado pero aun así nuestros abuelos seguían sufriendo de lo mismo que sus abuelos y que nosotros y no solo era el maltrato por los pueblos de afuera, ni la llegada de un nuevo niño perdido, que mas que un sufrimiento era una bendición, pues ellos y todo aquel que cumplía las características para vivir en el pueblo no podía reproducirse y si alguien de afuera se enteraba, el padre y la madre junto con la vida del feto serian sacrificadas, eran de las pocas condiciones que les pedían a los ancianos para que pudiéramos vivir. Según las leyes del pueblo cada vez que llegaba un niño perdido tenían que encontrarle una familia, le tocaban los padres que menos se parecieran a el y los padres no podían decir nada, unos tenían una docena de hijos y otros apenas con uno o tal vez ninguno. Nadie se preocupaba pues su división de labores era bien organizada y nadie sufría de hambre ni de alguna necesidad básica. Pero para seguir con lo que decía tengo que aclarar que es lo que nosotros sufrimos. Al igual que nuestros ancianos no podíamos salir de noche, no por que nuestro alumbrado publico a base de gas no funcionase sino que teníamos miedo. Miedo de los animales que asechan, miedo a la gente que no tiene cultura ni tecnología, a esos forajidos y también miedo a los hombres del futuro, bueno a los hombres con conocimiento. El mayor peligro al salir de noche era que un animal nos ataque, así fue como perdí a mi hermano recién llegado, se lo comieron y solo encontramos su cabeza de 7 años rasguñada de arriba abajo y ya ni te digo lo que paso a mi cuñado y a mi hermana, los que no tienen tecnología se los llevaron para un sacrificio, nos los dejaron al día siguiente en el centro sin corazón y sin sangre, nosotros sin defendernos y ellos que viven en completa armonía.

Un caballo se acercaba a lo lejos por la parte sur del pueblo la cual colinda con el desierto, se podía observar la figura de un burro pero mas grande (que mas adelante nos enteraríamos que se llama caballo) cargaba a alguien, una persona alta de ojos verdes y de cabello pelirrojo, en el pueblo todos empezaron a hablar y con ánimos lo recibieron como si fuera el Papa Noel que jamás los visito, llenos de sueños. Si no todo el pueblo la mayoría estaba ahí, excluyendo a los viejos porque no podían caminar, camino entre la gente hasta llegar al centro del pueblo y pregunto -¿en que pueblo me encuentro? Ya que no vi ningún letrero de camino aquí- todos se callaron, nadie quería contestar por temor al miedo –entonces, ¿Dónde puedo obtener una buena siesta y una buena y caliente comida?-. Un hombre grande con voz de grave contesto –te encuentras en Lefty y en mi casa puedes descansar y comer gratis- el hombre se dio media vuelta y aun viéndolo se dirigió a su casa, el hombre a caballo lo siguió –tu mula la puedes poner en el establo junto a las mías y después puedes venir a comer- le indico el dueño de la casa –caballo, señor. Se llama caballo- con una cara de ofensa le respondió después de un breve silencio – yo no pregunte el nombre de tu mula solo te dije que la llevases al establo y que le des de comer- el hombre desconcertado se dirigió al establo sin pronunciar una palabra mas, regreso en unos minutos para comer, la mesa estaba puesta. La cuchara y el cuchillo del lado izquierdo y el tenedor del lado derecho, el vaso lleno de agua se encontraba arriba de la cuchara, al sentarse todos se tomaron de la mano e hicieron una fría oración. Al finalizar tomo la cuchara para devorarse la sopa y no pudo evitar cambiar de mano este utensilio. Se devoro la sopa, el señor junto con su mujer y sus dos hijos –uno negro y otro amarillo-lo observaron con asombro, jamás habían visto a alguien como el y estaban seguros que no lo volverían a presenciar. Terminada la sopa tomo el cuchillo pero no pudo -otra vez- evitar cruzar la mano derecha al otro extremo por el cuchillo y luego cruzar la izquierda por el tenedor. Termino su comida y se disculpo de la mesa, todos atónitos por su habilidad y naturalidad no contestaron y dejaron que se fuera y saliera a caminar por el pueblo. Aquí es donde entro yo, me encontraba en el parque principal enfrente de la iglesia cuando lo vi por segunda vez, emocionado corrí hacia él pero mis otros amigos hicieron lo mismo lo cual me quito originalidad. Me pare enfrente de el y extendí mi mano al mismo tiempo que pronunciaba las palabras -¡mucho gusto!- por instinto extendió su mano y luego ambos cambiamos de mano y de nuevo con una risa en la cara el mantuvo su mano en el aire mientras yo encontraba la adecuada -¡mucho gusto!- contesto con un tono de alegría, mis amigos hicieron lo mismo pero cuidando su manera de saludar. Empezamos a platicar de su vida y de los otros pueblos y ciudades, de su esposa y de su hija. Así pasaron unas cuantas horas y justo antes de que el sol se ocultase las campanas resonaron una y dos, tres y cuatro, cinco y seis. Después de la sexta campanada el padre grito -¡a sus casas! ¡Todos a sus casas!- el hombre no entendía que era lo que pasaba y nosotros no teníamos el tiempo de explicarle, solo podíamos correr hasta nuestras casas sin ninguna escala. Y ahí lo dejamos, en medio del parque solo y sin información, podía conocer mas cosas que nosotros pero en ese momento no le servían de nada ¡corre! Le grite antes de llegar a mi casa, no se si me haya escuchado pero lo grite con todas mis fuerzas ¡corre! ¡corre niño estupido! ¡corre!

El silencio abrazo al pueblo y sus casas, se escuchaban los jadeos de los animales que pasaban por enfrente de mi puerta, mis padres tenían cara de susto, yo no podía pensar mas que en el pobre forastero que lo habíamos abandonado a su suerte. Mi sopa se enfriaba y no podía comerla, sentir esos pasos fuera de la puerta me perturbaba, haber dicho ¡corre! No me reconfortaba en nada. El silencio acompañaba a la luna y las cuatro patas del animal se escuchaban cuando pisaba y buscaba a su victima. Se escucharon unos gritos intentando ahuyentarlo, fue inútil. El gruñido del animal fue de ataque, por un segundo todo el pueblo dejo de cenar e imagino lo peor, con la cara perdida se miraron mis padres el uno al otro. Luego se escucho un sonido, un sonido jamás escuchado por mis oídos o el de nadie, un sonido tan fuerte que pudo haber levantado al mar o al sol, luego un gemido. Otro sonido idéntico al pasado y el gemido seso, las campanas sonaron de nuevo- cosa rara después de la caída del sol ya que no sonaban hasta el día siguiente- una y dos, tres y cuatro, nueve y diez, trece y catorce. Todo el pueblo salio de sus casas con temor, las campanas seguían sonando, -hermanos miren eso, señalando al forastero, lo que el hombre hizo- y justo antes sus pies un ensangrentado animal del tamaño de un búfalo y de colmillos como un león, en su mano un revolver, que todavía sacaba humo de la pólvora. El pueblo se reunió para festejar la muerte y a su salvador, la primera fiesta de noche que los abuelos podían festejar desde que habían nacido. Los excesos no faltaron como en toda fiesta pero el exceso de miedo no estaba por suerte, fue esa misma noche que el forastero que creo se llamaba John dejo apalabrada su revolver después de un juego de naipes, la dejo apalabrada al pueblo mismo –hoy les puedo prometer que aunque mañana yo me vaya esta pistola se queda a defenderlos y con suficientes balas para disparar dos años seguidos una bala por día- fue a el cuarto donde se hospedaba y trajo una caja amarrada –traigan un cuchillo para abrir esta pendejada- después de un rato le traje unas tijeras con cara de felicidad ya que era mejor de lo que había pedido, no podía agarrar bien las tijeras que le lastimaban los dedos y termino por dármela, yo sin dificultad las tome y corte la cuerda que lo amarraba, era una caja llena de municiones para la pistola –lo que les prometí- y siguió tomando alcohol hasta las cuatro de la mañana que se paro a su “casa” y no pudo entrar por que no encontró la perilla de la puerta. Se dirigió a la iglesia y le paso lo mismo, durmió afuera de la puerta lateral de la iglesia.

La iglesia no tenia función como tal pues nadie iba a ella a orar o a tomar misa, el único que creía en ella era el mismo padre pero por que el era el encargado de los del futuro para supervisar a los del pueblo y gobernar. El “padre” solo era un titulo para la gente pues ellos daban gracias de no tener religión y lo único que les pedían los hombres del “futuro” era que dieran las gracias antes de comer y que obedecieran al padre.
Fuera de la casa y la ropa, todo era de todos incluyendo esta nueva adquisición, nadie era celoso, así que el padre se tuvo que poner de acuerdo en dejar el revolver en el centro del parque bajo el techo del quisco. Nadie pudo alegar diferente porque nadie lo deseaba diferente, su método de llegar a un acuerdo siempre era muy eficaz y rápido, pues siempre buscaban el bien común antes que el personal, nadie tenia mas voz ni voto puesto que nadie tenia mas dinero ni estatus social ni siquiera un arma. El arma y las balas se quedarían en el centro después de la partida del forastero y en todo caso se le asignaría una noche a cada padre de familia para que haga guardia de los peligros de la noche. Claro estaba que no podía tomarse sin razón alguna y mucho menos dispararse, amenos que fueras el guardia o el padre.

Los días después de la partida del forastero fueron muy felices pues ya no tenían miedo y el día les rendía más con el uso de la noche. El segundo día de la guardia una bestia se acerco al pueblo, todos corrieron al lugar mas cercano y el guardia de un tiro le voló la cabeza, todos admirados por el poder y el sonido festejaron de nuevo, el único tema del que hablaban era del revolver. La tercera noche le tomo dos disparos al nuevo tirador para aniquilar a otra bestia. Fue cuestión de una semana para que los animales no se acercaran o mas bien se extinguieran por completo, los hombres sin conocimiento solo les tomo un encuentro y dos muertos para darse cuenta que habían perdido la guerra. Todo marcho como debería en un pueblo, los bares cerraban hasta tarde y los restaurantes también, los dedos de los tiradores se estaban mejorando, pues se habían lastimado ya que sabían que esa arma fue hecha para ninguno del pueblo y menos para ninguno de ellos. Un mesa paso sin que se usase de el revolver de nuevo, las cinco balas en su posición no traía paz a todos pues cada quien quería sentir el poder del revolver que solo siente pudieron sentir. Todos esperaban a ser guardias y que en su guardia llegasen los intrusos solo para dispararles y volarle los sesos en mil pedazos, todos incluso el padre que lo negaba con gran devoción. Por las noches mientras todos dormían y el cuidador dormía en la iglesia el padre tomaba el revolver. Lo miraba muy fijamente con el reflejo de la luna en el metal la observaba fascinado.


Fue un día que la tensión se rompió pues el guardia de la noche pasada juro haber visto a un animal igualito a los que habían matado hace un mes. Basto esas palabras para que todo el pueblo quisiera ser velador esa noche. Por el día el arma dormirá en el quisco y fue ahí donde empezaron a pelear dos de los mejores especimenes del pueblo, inteligentes y razonables sin dejar afuera el buen físico, perdieron la cordura, se peleaban enfrente del quisco sin nada de publico y fue en su ultimo respiro antes de morir que tomo el revolver y con su dedo mal acomodado apunto al estomago y le pego, la cabeza voló en mil pedazos, su entre pierna quedo destrozada y a los pocos minutos quedo murió desangrado. Ambos murieron y nadie dijo nada. Pronto las familias de sus respectivos querían vengarse a toda costa. Por el día mientras el arma dormía era fácil tomarla, y así lo hicieron una familia contra la otra, cada día era una muerte entre esas dos familias, el culpable era fácil de hallar pues el que tuviera la mano lastimada e hinchada al día siguiente era el que había jalado el gatillo.

Nadie podía dar un tiro acertado puesto que nadie podía tomar el revolver como debía de ser, el gatillo y la agarradera eran hechos para personas fuera de ese pueblo, ese pueblo muy peculiar donde vivía puro rechazado donde apenas se detectara uno era enviado al pueblo como un niño perdido, niños de todo el mundo llegaban, chinos, africanos, americanos, europeos, australianos y de los continentes que aun no se han descubierto, todos paraban ahí por la misma razón. Nadie podía dar un tiro acertado pero todos morían desangrados o de infección por el balazo. En el día todos pasaban por el quisco esperando la oportunidad pero de noche, ahora era cuando el nuevo cazador, nuestra nueva bestia acechaba, tomaba el revolver y disparaba en medio de los ojos, empezó por las familias en disputa hasta que no quedo nadie de las dos familias y todos se preguntaban quien habrá matado al ultimo de la cadena pues nadie tenia las manos marcadas, el revolver se puso bajo llave en la iglesia donde debería ir el cuerpo del señor y los días siguientes solo fueron peores porque todos asistían a misa incluyéndome, sin orar ni a escuchar la santa misa, solo asistían y se retiraban a deshoras, antes, durantes y después de las tres misas. Algo tan sorprendente pues jamás la gente del pueblo había entrado por placer.

Las noches siguientes solo estuvieron llenas de lagrimas y de sospechas pues otra persona murió. Culparon a los ayudantes y sirvientes del padre e incluso hasta a el padre mismo, pero nadie tenia pruebas de nada, era un caso sin salida, ningún día aprecia una mano hinchada pero siempre aparecía un cadáver intentando escapar y con un hueco entre los ojos, el disparo se escuchaba pero el arma siempre estaba en la iglesia cuando se le buscaba. Así fue desapareciendo gente, familias y cuadras completas. Por las noches se escuchaba un disparo y nada mas, la gente no dormía y por eso mismo y por el cansancio las mataban, asistían a las tres misas y aun así amanecían muertos. Yo por mi parte decidí huir de todo eso, los disparos me daban un dolor de cabeza y ver a los cuerpos me revolvía el estomago, no lo soportaba tenia que dejar a todos morirse, tenia que ser el único que se escapase aunque muriese en el camino, pues nadie en los demás pueblos dejaba viva a la gente adulta como nosotros, los mataban, les quitaban el ojo izquierdo y les cortaban la lengua.

Los muertos ya llevaban la mitad del pueblo, llegaron a matar dentro de la misma iglesia, los ayudantes murieron uno por uno, el tiro entre los ojos era un ritual, cuando mataron al ultimo de los ayudantes dejaron una nota: -Para limpiar este sucio pueblo.- En los días siguientes hubo tranquilidad, ningún muerto hasta que la hija de un campesino amaneció sin ojo y con la lengua cortada, el hueco entre los ojos fue hecho no para matarla sino para dejar claro que era la misma persona, se volvieron a establecer las guardias con diferentes veladores, pero aun así siempre amanecía alguien con los ojos cruzados, amanecía y todos lloraban, uno tras uno fueron cayendo hasta que quedaron cinco personas en el pueblo: el arriero, el carpintero, una ama de casa, el padrecito y yo. Todos dormíamos en la iglesia pero en habitaciones diferentes bajo llave. Jamás olvidare como encontré al Juan con clavos en todo su cuerpo y el tiro de gracia entre sus dos ojos azules. La noche siguiente tras haber encontrado al carpintero Verónica entro a mi cuarto el cual descuidadamente había dejado sin llave, yo pensé que era el asesino y que al fin sabría quien era el culpable pero no fue así, me la tire, sin poder concentrarme en nada de lo que pasaba me la tire. Se ahorco en su cuarto por la mañana, prefirió matarse a que la mataran entonces ese mismo día fue cuando decidí retirarme para que no me matasen. Tome mis pocas cosas y me largué, dejando a los cadáveres que una vez ame bajo tierra y a esos dos hombres a que murieron, pues yo sabia que seria el único que no moriría.

Era la ultima noche para uno de los dos y ambos lo sabían pero no sabían para quien, a las 3 A.m. la llave dio vuelta y se escucho como el revolver cortaba el aire, el habito negro contrastaba con el revolver brillante con la luna, Miguel el arriero se dio cuenta y forcejearon, el arma se disparo y le dio en el estomago a Miguel ambos cayeron al suelo, Miguel intentaba agarrar el revolver, con su mano derecha se tocaba el estomago y con la hábil mano izquierda se estiraba para cogerlo, el padre que no estaba lastimado la tomo enseguida, le apunto con la mano temblorosa y Miguel dijo con palabras cansadas y de enojo casi con rabia –¡dispárame hijo de puta! ¡Dispárame! ¡Dispárame entre los ojos para que sea el ultimo de tu juego!- pero no fue necesario disparar pues ya había muerto, el padre se sentó y miro el revolver, un bello modelo y reluciente, no se la podía acomodar pero la logro meter en su boca, después de intentar rezar una ultima oración, con el revolver entre sus labios y sus dientes la apretaban con fuerza. Jalo el gatillo. Sus sesos volaron en el altar. El Le Mat revolver cayo junto con la mano izquierda que la sostenía con dificultad, la mano se hinchó y dejo deslizar el revolver entre sus piernas.

Yo por otro lado fui el único que me salve, deje a los cadáveres bajo tierra y deje a los demás que se mataran, tal vez y pueda ser el único que pueda escapar y sobrevivir fuera de ese pueblo pues yo soy especial, soy diferente. No pertenezco ni a ellos ni a los otros pues yo soy de los dos, pero ellos no entenderían. Yo se que me las ingeniare para vivir afuera. Llegué al pueblo mas cercano y llegué en burro, la gente se emocionaba por ver a un burro, creo que jamás habían visto uno, me detuve en el centro del pueblo y pregunte - ¿en que pueblo me encuentro? Ya que no vi ningún letrero de camino aquí- todos callaron, nadie quería contestar por temor al miedo –entonces ¿Dónde puedo obtener una buena siesta y una buena y caliente comida?- un hombre alzo la voz – en mi casa te puedes quedar- estire mi mano derecha y dije –mucho gusto- el señor estiro su mano derecha y me apretó la mano. –Puedes poner a tu camellito en el corral y luego vienes a comer- yo para recalcar su ignorancia le dije –burro señor, se llama burro- el señor con cara ofendida me contesto – no pregunte como se llamaba tu camello, solo dije que lo podías llevar al corral- yo sonreí ya que para un ambidiestro la vida es mucho mas fácil.





miércoles, 8 de octubre de 2008

poema del mar

Tus ojos son como un cardumen de peces cambiando de dirección contra el sol,brillantes como el espejo que refleja en el mar.

Tu respirar como el cambio de mareas, los peces nadan contra ella.
Por las noches tus ojos se cierran pero tu mente se abre,
se abre como los corales por la noche, alimentándose y esperando el movimiento.
Tus ojos son como la agresividad de los hipocampos, luchando por su territorio.
Luchan como los delfines en las olas, luchan y se divierten
Delfines que nadan junto a mí y buscan explorarme.

Pero que puedo esperar de unos ojos como el desierto llamado mar?
acaso el azul caribe refleja la falta de vida del mal?
yo solo veo el azul pero observo la vida sin el mar.
Diferentes colores y especies, falta de vida?
pero que seria del hombre sin el mar? Sin el agua nada mas?
Peces que nadan en tus ojos que quiero atrapar
peces que vuelan en mi soledad
tiburones que me devoran pero no se comen mi ansiedad.
Olas que se desvanecen en la arena sin probar mis labios
olas que me trago y solo siento la arena
mis dedos en la orilla son tragados por la arena y no por el mar.
Quisiera meterme pero no se nadar.
Tu! Sirena, con esos labios me ayudarías a respirar?
si no seria como atrapar a las estrellas bajo el mar
algo tan natural.

domingo, 5 de octubre de 2008

After Control

A veces cambio demasiado rápido
Cambia mi ropa, hasta mi letra
Cambia mi forma de pensar y de escribir.
Cambio para bien, cambio para el bien de todos
Soy alguien diferente todos los días
Incluso hasta cuando duermo.

Cuando duermo es cuando mas cambio
Cambio y no me doy cuenta, el cambio va en una maleta.
Cambio todos los días como una mariposa.
Gusano, capullo y mariposa y de nuevo se me caen las alas, cambio a diario mas sin embargo cambio y no me doy cuenta, a veces puedo entrar en razón y con un controlador obtengo el control, muchas veces pasan días y no se ni donde estoy.

Cambio todos los días y no estas tú
Cambio sin ninguna dirección pero camino sin perturbación
Mariposa, capullo y oruga, intento regresar a las bases
Pero el pasado es mi presente y alcanzara mi futuro
Las bases son mi presente, presente que continua avanzando hacia las bases.

Cambio todos los días por pequeñas o inmensas diferencias
Me moldeo como al cabello, siempre intento estar a la moda
Adapto ideas y corto las viejas, las corto en buen sentido de la estética
Las corto aunque a veces no sean de las mejores formas.

Union...

Poder ser metales ¿qué mas pediría? poder ser un metal y me pongan al fuego, y junto a mi el metal mas precioso y codiciado, el oro. poder fundirnos al son de las brazas, arder bajo el mismo fuego, sentir como mis brazos de metal se deshacen para hacerme liquido, sentir como rozo el metal llamado "oro", poder mezclarme con el metal precioso y formar uno solo, que su color dorado se apodere de mi opaco color y aunque corrompa y baje su valor, ¡poder ser unos mismo! nuestros colores entrelazados y bajo el mismo calor, luego repentinamente ser vertidos en un molde y sumergidos bajo la fría y refrescante agua, solo así podríamos formar la gran y dura alianza de metales.