Turqouise marilyn

Turqouise marilyn

sábado, 12 de marzo de 2011

Ensayo Sobre la Ceguera...No, No el de Saramago.



Nos olvidamos de las texturas y las sensaciones, nos olvidamos que tenemos tacto en los pies porque usamos zapatos. Sí, no hay duda que los zapatos nos cubren y protegen, pero la vida no se trata de no tener peligros y estar herméticamente seguros, la vida se trata de enfermarse y lastimarse, tanto física como mentalmente. La depresión, los huesos rotos, rasguños o pisar un clavo, todo sirve para nuestro desarrollo humano, hemos perdido la conexión con lo único que me sostiene en este planeta, no me refiero a la gravedad sino a la tierra en sí, madre dadora de vida y mucho más, no solo me parió sino que aun me carga en su vientre y no me expulsó a los nueve meses, madre que me da frutos sin regalármelos, y yo que pongo una barrera de cualquier forma bajo mis pies contra las texturas de la tierra, arena, nieve, de piedra, solo estamos acostumbrados a sentir el algodón y no me refiero a familiarizado sino a costumbre, no identificamos con los pies la calidad de nada, somos torpes aun con aquellas extremidades un tanto burdas, tocamos con las manos el calcetín que en los pies portamos,  tal vez por eso nos encanta la playa y poder reposar sobre la arena que de día es caliente, si escarbas en ella es húmeda y que por la noche es fría. El único contacto con nuestra madre tierra no es por la tierra en sí, sino por la arena. nos olvidamos a que huelen las cosas porque vivimos en un mundo donde los olores más importantes son los que vienen en botellas y  todo lo que no se encuentre en un frasco de menos de 700 ml no entra en un buen gusto, vivimos en un pueblo donde nadie huele nada, yo mismo he perdido la costumbre de oler el mismo plato que me llevo a la boca tan siquiera para saber si está en buen estado la comida, cosa que a mis antepasados lejanos les hubiese parecido una aberración ,nuestra casa libre de olores, o al menos los mismos de siempre que se evaporan en unos segundos y en el auto pasamos tan rápido que el único olor que realmente se queda impregnado es el de la mierda colectiva que se encuentra en las cañería debajo de nosotros, mientras que las flores débiles pero persistentes no pueden atravesar unas capas de acero y vidrio hasta nuestras monótonas narices. Nos olvidamos a que suenan las cosas fuera de la música convencional porque estamos acostumbrados a los mismos sonidos pop de siempre ¿acaso no te sorprendes cuando escuchas el viento en los arboles? Podemos identificar sonidos pero no en una gran gama de sonidos. Tantos pájaros con tantas voces, las jirafas con platicas que ignoramos y los cocodrilos con tácticas seductoras que solo vemos en el rebotar del agua, somos el animal que más se puede comunicar entre sí aunque no se pueda expresar por completo, somos el único animal que menos se puede comunicar y entender con las demás especies con la que deberíamos cohabitar, vivimos pero destruimos. Somos una especie aislada por su soberbia y sus aires de intelectualidad, desde antes que existirá la las maquinas nosotros ya éramos robots, no pertenecemos a la tierra nosotros deberíamos vivir en ciudades flotando por el universo. Olvidamos la sinestesia la cual nuestro cerebro es capaz de procesar y la suprimimos para aislar los sentidos, no por nada todos son parte de una un conjunto llamado: Los sentidos. No podemos separar uno del otro pero los podemos aislar, lo cual en esta sociedad parece de lo más normal, damos ordenes específicas para un individuo preparado para ella, las personas solo saben hacer su trabajo y no una multidisciplina, perdemos lo que es una cosmovisión aun más completa, trabajamos por trabajar, por cumplir. Somos individuos que elegimos una carrera y nos apegamos a ella. Somos ciegos a pesar de que usamos la vista para todo, somos ciegos en todos los sentidos y no desarrollamos nada, somos una especie que creo yo estamos estancados en la naturaleza, una especie que no entiende y que no evoluciona, una especie ermitaña y un poco tosca. Somos ciegos y en vez de tocar las cosas, solo queremos andar sin tantear lo que hay enfrente de nosotros, Dejamos de tocar las cosas, el pasto la tierra, las personas y la comida, la cual es rica en sabores pero también en texturas. Dejamos esa etapa de nuestra naturaleza a la perdición con los cubiertos, es natural que un bebé juegue con sus verduras y su sopa, es natural en un hombre adulto el que sostenga un tenedor y un cuchillo. Si nos vendaran los ojos y nos pusieran muchas cosas solo al tacto para que elijamos que es lo que debemos comer, estoy seguro que no elegiríamos lo que nuestro olfato o vista escogería, estamos tan desconectados con lo que llevamos a nuestras bocas, sintiendo que el comer es solo cuestión de saborear e ingerir, a veces siento ese impulso de relacionar texturas con sabores, o sabores con texturas, así como colores y sabores, he leído que para las grandes mentes (savant) la sinestesia es algo muy útil para crear mapas mentales, es algo muy natural e inconsciente lo que ellos logran con poder relacionar cosas que nosotros tomamos como de distintas disciplinas, ¿será el poco interés que le da la sociedad al desarrollo del cuerpo y mente humana? Somos tan ciegos que solo usamos la vista, y no en un cien por ciento, utilizando lo que nos sirve, en un mundo donde lo natural no nos sirve. No podemos ver las mismas cosas que los animales, a lo mejor porque no nos sirven, a lo mejor porque lo hemos perdido pero sin duda explotamos la visión humana, creamos aparatos que se basan en la vista, en los colores, usamos el internet para transmitir imágenes, colores, sonidos y no olores, texturas, sabores. La vista puede estar deteriorándose por el exceso de uso, pienso que tal vez si desarrollásemos los otros sentidos a la par, la vista tendría un descanso y un impulso a la evolución y a la perfección humana. A este paso en el que se encuentra la sociedad lo mejor es alejarse de la diversidad y comenzar a vivir una homogeneidad lejos de la naturaleza y de las diferentes habilidades del cuerpo humano, perdemos sensibilidad con lo que nos rodea y lo peor de todo es que ni siquiera es por un bien interior, sino por una superflua conformidad de la humanidad. Somos lo que la naturaleza no desea, torpes que no fluyen con la corriente natural. Carecemos de propósitos como humanidad, porque no tenemos en sí un propósito, inventamos en vez de conocernos, caminamos hasta el siguiente punto sin detener a ver el paisaje y oler la tierra mojada, algo me dice que los animales están en perfecta armonía con la tierra, se comunican con ella, y el hombre es la interferencia. ¿Somos una maravilla para la evolución o realmente solo es egocentrismo? Creer que somos el animal del siglo XXI, podría hacernos el más inadaptado de los seres sobre la tierra, la humanidad como especie está destinada a ser un gran rockstar bajo la maldición de los 27, una vida rápida, llena de intelectualidad, fiesta, drogas y sexo. Precocidad de las especies, viviremos una vida acelerada que nos lleve a nuestra propia destrucción volándonos los sesos con nuestra propia escopeta. Misántropo tal vez ¿pero mentira? No lo creo. Como especie somos una plaga, no tenemos lugares endémicos, solo migramos y emigramos a todas partes, lugares  inhabitables, lugares tropicales. El hombre podría crear viviendas prácticamente en cualquier habitad al cual no está preparado. en eso sí, el hombre es el animal que se adapta a todo sin ser adaptable, su cerebro crea condiciones, no su cuerpo ni sus habilidades motoras, no cambiamos de pelaje, ni de proporciones, no nos brota una extremidad de más, porque el hombre es el animal de ningún lado. Carecemos de todo lo que los animales tienen para sobrevivir: fuerza, velocidad, visión extrema, colmillos, pelaje, garras, veneno, caparazón, somos tan blandos como un feto, viajamos de lugar en lugar sin poder convivir o tener un lugar en la tierra, el perfecto nómada de la naturaleza, coge los frutos del árbol, caza los animales y huye cuando no queda nada, huye a un lugar lleno de lo que necesita y por lo cual no trabajo ni equilibra, la plaga perfecta que al final la llevara al canibalismo. ¿Será el problema del hombre que no puede estabilizarse en un punto de la tierra? Los arboles echan raíces y están consientes de todos lo que los rodea, desde la tierra donde están sus pies, los animales que en el habitan, el aire que respira, pasan toda su vida en el mismo punto, desde el nacimiento hasta su muerte, ¿conocerán de memoria cada detalle de su alrededor? Porque nosotros no recordamos cada detalle de nosotros mismos, seres inconscientes de todo y de todos, un árbol debe poseer más sabiduría que el de toda la humanidad junta, el árbol convive el hombre no deja que los insectos caminen sobre el. El hombre es hostil hasta con los de su propia especia, lamento admitir que hemos perdido toda sensibilidad de los sentidos y de pensamiento, por eso nos creemos superiores, por eso somos el animal más estúpido, por no saber utilizar nuestra inteligencia, somos el animal menos sensible, somos el animal menos completo, a veces me sorprende como habrán sobrevivido mis antepasados, eso sí fue un milagro y es digno de admiración, todo lo después de ello es solo patético, la perfección del hombre como animal se detuvo cuando comenzó la comunicación, cuando las ideas comenzaron a transmitirse y los pensamientos a viajar por las generaciones, somos una especie que se basa en los deseos, ritos, creencias y costumbres de sus antepasados, sin realmente revolucionarse, vivimos una evolución natural pero lenta comparada con nuestra capacidad, la necesidad de aferrarse y no olvidar a los seres queridos nos han estancado en civilizaciones insensibles y propiamente inteligentes, careciendo de deseos, de pensamientos, de motivación y sentido. Creemos lo que nos inculcaron y no lo que la naturaleza nos dice, somos una gran sombra de toda la basura que nos construyo, un robot no puede pensar, más que su creador que en este caso no es dios sino su programador. El problema de la naturaleza es su tolerabilidad y su falta de perfección, la naturaleza no destruye los arboles torcidos, la naturaleza toma el camino como se vaya formando, si el hombre se fue por un camino no tan natural, no lo destruyó. Como el padre que no puede odiar a su hijo, la naturaleza es en sí perfecta por amar las imperfecciones que todos poseemos, pues acepta que lo diferente no es perfecto en un estado único, el hombre es a su vez perfección en la imperfección. Nos negamos a ver con claridad y analíticamente los deseos y sueños de todo lo que hubo atrás de nosotros, pensando que lo que queremos es único y actual, somos un bagaje de sueños, ilusiones, penas, tristezas y solo que actualizado, somos lo que exactamente fue la gente siglos atrás, pero con un software más actualizado, siempre me preguntaba si la memoria genética era verdad, y no sé la respuesta, pero puedo afirmar que una parte de esa memoria se lleva en la colectividad y en las costumbres, en nuestra forma de crecer y de vivir, somos un espejo de aprendizaje y seguiremos siendo parte de ese espejo para poder reflejar a las siguiente generaciones que procreamos,  y lo único que me entristece es que un espejo no tiene libertad, no brilla por sí solo, ni siquiera puede ser sí mismo, está condenado a ser algo más, el reflejo de lo que no es ni quiere ser, el problema no es ser espejo, el problema es estar consciente que lo somos, que somos nada más que eso. ¿Será que algún día podremos ser libres? ¿O simplemente intentar ser libres es ser como un espejo roto? Distorsionando lo que reflejamos, lo que somos, lo que no podemos evitar. ¿Será que todo lo que somos está realmente mal? ¿Será que pueda empezar y ser el objeto reflejado desde un inicio dejando de ser un espejo? Porque según veo, somos el reflejo distorsionado del deseo de algún primate.

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